Cuando nos disponemos a realizar una limpieza a fondo de nuestro hogar nos enfrentamos a diferentes obstáculos en el camino que son difíciles de resolver si no contamos con el material de limpieza adecuado o con los conocimientos para dejar como nueva una zona de la casa en concreto. Las juntas del suelo, las cornisas o las paredes pueden ser una auténtica pesadilla a la hora de proceder a su limpieza si no contamos con las herramientas adecuadas o si el método que utilizamos no es el correcto.
Nos vamos a centrar en una parte de la casa que es muy vistosa y que está presente a lo largo y ancho del inmueble… ¿Lo habéis adivinado ya? Sí, hablamos de las paredes de la casa, con tal presencia que salta a la vista si están en perfecto estado o de lo contrario se encuentran sucias y rasgadas.
Las paredes blancas: la pesadilla de cualquier limpiador
Las paredes blancas destacan por su vistosidad y por la luz que aportan a un hogar, pero no todo iba a ser un camino de rosas. Las manchas, motas de polvo y las rozaduras tienen una mayor visibilidad en este tipo de paredes, lo que las convierte en todo un quebradero de cabeza a la hora de limpiarlas. La opción más fácil y la más adoptada por muchos usuarios es la de repintarla con el mismo color… pero esta opción a priori sencilla tiene una cara b: la acumulación de capas de pintura puede agrietar alguna de sus partes y dejar desperfectos a medio y largo plazo.
La mejor solución pasa por mantener un cuidado meticuloso y seguir algunos de los consejos que te daremos a continuación a la hora de abordar su limpieza. Quítate el miedo a apostar por el blanco mejora el aspecto de tus paredes con los tips de Limpiezas Ronda Sur.
Consejos para limpiar paredes blancas
Limpiar paredes blancas no es misión imposible, y para demostrártelo te vamos a facilitar un listado de pequeños tips que te servirán de ayuda para dejarlas como los chorros del oro ¡Apunta!
- Retira las impurezas y restos de pegamento de la pared: Es muy común que en una pared nos encontremos restos de pegamento (si hay murales y cuadros es lo más habitual) y aquellas pequeñas impurezas que dificulten la limpieza completa de la pared. Te recomendamos utilizas una pequeña espátula que no raye la superficie y que facilite la labor de eliminación de estos restos.
- Dejar las paredes completamente lisas: elimina clavos, tacos y cualquier elemento que modifique el aspecto natural de la superficie e intenta limar en la medida de lo posible aquellas partes que presten estas características mencionadas.
- Utiliza un paño húmedo para la limpieza: Utiliza un paño ligeramente húmedo para quitar el polvo de las paredes que no lucen como antaño. Tienes que tener en cuenta que dicho paño sea suave y que no suelte ningún tipo de material como pelusas o pelillos, así como que no sea muy rugoso; puesto que dañaría la superficie de la pared y la podría dañar.
Ventila la habitación una vez finalizada la limpieza: Una vez que termines con la limpieza de las paredes blancas asegúrate de que el tiempo acompaña y que puedes abrir las ventanas de tu hogar. Ayudarán a su perfecto secado de los productos de limpieza utilizados y facilitará un resultado excelente.